viernes, 26 de junio de 2009

NEILL

Alexander Sutherland Neill y la escuela de Summerhill




En 1883 nace en Forfar (Escocia) quien a la postre se convertiría en un nombre clave para la pedagogía del siglo XX. Hijo de un maestro primaria, Neill estudió en la Universidad de Edimburgo y en 1914 ingresó como maestro en el sistema público. Ya en 1927 fundó la escuela de Summerhill, centro que llegaría a convertirse en todo un icono de la educación en libertad y que hoy mantiene su puertas abiertas. Neill falleció en septiembre de 1973.

(A. S. Neill en Sumerhill)

Con el paso del tiempo este pedagogo escocés es considerado todo un referente para quienes han pensado una reforma educativa radical de los sistemas educativos. A partir de sus estudios psicoanalíticos, experimentó con un método educativo revolucionario que llevó a la práctica en la escuela de Summerhill. No en vano, como señaló Joel Spring en un interesante acercamiento a la experiencia pedagógica de Neill (Introducción a la educación radical, 1985, p. 119, Barcelona; Akal), “esta escuela se convirtió en el símbolo de los movimientos a favor de la escuela libre del presente siglo, y especialmente tuvo gran impacto en el movimiento de este tipo que se desarrolló en los EE.UU. en la década de los años sesenta.”

Aunque, sin menospreciar su impacto posterior, la base sobre la que se fundamenta la propuesta pedagógica de Neill hay que buscarla unas décadas atrás, cuando en los años treinta, y tras un tiempo buscando financiación institucional para su proyecto educativo, empezó a adquirir una comprensión crítica del impacto que el modelo social capitalista tenía sobre los educandos. Bajo esta perspectiva de análisis radical, y partiendo de una lectura creativa de los estudios psicoanalíticos de Freud, abrió una pequeña escuela en medio de la campiña inglesa, dando inicio a una de las propuestas pedagógicas más innovadoras del siglo XX.

Así, para Neill, según expone J. Spring (Ibíd. p. 120) “el origen de los problemas del mundo, y el principal problema de la educación infantil, era la represión de los instintos naturales”. Resultando que su propuesta se encaminó hacia un proceso de liberación de la infancia de sus ataduras morales ligadas a la tradición social. Si bien es cierto que Neill experimentó con un concepto de libertad radical, cabe puntualizar que esta libertad significó más bien una libertad respecto de las enseñanzas morales y no el derecho a cometer cualquier tipo de acción. En definitiva, lo que este pedagogo inglés planteó como eje vertebrador de su propuesta fue que era posible evitar que una persona hiciera algo sin convertir su acción en un cargo moral.

(imagen actual de Summerhill)

Además A. S. Neill dejó abundantes escritros donde quedaron expuestos sus principios pedagógicos. De hecho, algo caracteristico de la obra de Neill fue su capacidad para exponer sin complejos su posicionamiento político, social y pedagógico (Summerhill, 1960, p. 36, México, Fondo de Cultural Económica):

Yo sostengo que el fin de la vida es encontrar la felicidad, lo cual significa encontrarle el interés; la educación debe ser una preparación para la vida. Nuestra cultura no ha tenido mucho éxito; nuestra educación, nuestra política y nuestra economía conducen a la guerra; nuestras medicinas no han acabando con las enfermedades; nuestra religión no ha abolido la usura y el robo; nuestro decantado humanitarismo permite aún que la opinión pública apruebe el bárbaro deporte de la caza; los progresos de la época son progresos mecánicos, en radio y televisión; nos amenazan nuevas guerras mundiales, porque la conciencia social del mundo todavía es primitiva.

No obstante, a lo largo de su experiencia pedagógica, si algo no terminó de dilucidar en sus ensayos fue la función que desempeñaban los estados modernos para la organización de la sociedad. A finales de la década de los años treinta, el propio Neill agudizó su crítica al vincular la enseñanza con los intereses del Estado. Su propuesta al respecto se encaminó hacia la constitución de un modelo de estado socialista donde tuviera cabida todo un sistema nacional de internado que tomaran como referencia su escuela de Summerhill.




Tesis:

La importancia del juego hace que los niños vayan aprendiendo a desenvolverse libremente en su entorno. Además, ésta libertad los convierte en niños más seguros de sí mismos. El otro punto importante a mencionar es el amor recíproco que existe entre maestro-alumno, logrando que puedan tratarse en igualdad de condiciones. La segunda cosa primordial es la importancia del juego por sobre el intelecto, lo cual no significa que el intelecto no sea algo necesario, mas bien lo principal es el juego y el intelecto en un escalafón más abajo. Esto hace a los niños sentirse libres y puedan desarrollarse de forma natural logrando que sean ellos mismos y que no confundan esa libertad con libertinaje, entendiéndose por este concepto a que el niño haga lo que quiera pasando a llevar las normas establecidas por la misma comunidad.
También cabe agregar que otra finalidad es el autogobernamiento por medio de las normas que la misma comunidad implementa a modo de regularse entre ellos mismos su comportamiento en el carácter de convivencia.


Argumentos:

El autor nos presenta la importancia y relevancia de la libertad del niño para que actúe de acuerdo a su naturaleza de niño que lo hará desarrollarse como un futuro adolescente y un futuro hombre sin temores frente a la vida. Será una persona exitosa en todo campo en el que quiera desenvolverse y todo gracias a la educación que se le ha otorgado.
Dentro de la misma idea tenemos la importancia del juego. El juego es lo más relevante debido a que por esta acción puede aprender por sí mismo, en conjunto con sus pares, crecen no teniendo miedo al futuro y pararse con una mejor postura frente a su futuro.
El amor que el maestro debe entregar debe ser de forma en la creencia que tenga hacia el niño. El amor los hace ser personas sin temor frente a la sociedad por el hecho de que son tratados de igual a igual. Ese amor, además, produce que haya un respeto recíproco entre maestro y alumno.
El autogobernarse da la pauta necesaria al debate. Esto, por lo que el autor refleja en su libro, por medio de asambleas se toman las decisiones que atañen a la comunidad. Se crean las leyes así como las sanciones para quienes infrinjan con lo que se ha decidido. Este principio hace que exista un debate frente a lo que haya que hacer en algún caso en particular, creando leyes en base a la realidad que están viviendo los niños dentro de la comunidad.

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